Mi pequeña Paulette...
Por un momento me olvide de ti, hasta que me recordaste tu presencia.
Apareciste frente a mi, con aquella inocencia muy característica tuya, tus ojos llorosos me decían que no te encontrabas muy bien, habías perdido la sonrisa.
Me limite solo a decirte: “Vuela pequeña, eres libre como esas aves que tanto te gustan, sueña y vive… mientras haya vida”
Tu pequeño rostro se ilumino, saliste corriendo con toda decisión, pidiendo volar tan alto como pudieses.
Finalmente tomaste el pequeño teleférico, volaste y seguiste soñando…